domingo, 24 de abril de 2016

EL AMOR ES LA SOLUCIÓN

    




    Y continuamos en el tiempo pascual, tiempo de alegría por la resurrección de Cristo. Por eso, nuestro “cirio pascual” sigue encendido en señal de la victoria de Cristo sobre el pecado. Y precisamente sobre esto nos habla el Evangelio de hoy. ¿Cómo Cristo venció todo el inmenso mal que hay en nuestro mundo? Lo venció con el Amor. Cristo resucitó porque su Amor era más grande que el mal que toda la humanidad cometió, comete y cometerá hasta el final de los tiempos. Esto mismo lo dijo el Papa Francisco al inicio de la Pascua: 
“Jesucristo, encarnación de la misericordia de Dios, ha muerto en cruz por amor, y por amor ha resucitado. Por eso hoy proclamamos: ¡Jesús es el Señor!” (27/III/2016). 
     Hermanos, el amor siempre es la solución. No el amor de telenovela que es sentimentaloide y superficial. Tampoco el amor del cónyuge infiel que es un refinado y escondido egoísmo. Menos aún del filántropo que quiere el bien de la humanidad pero sólo en abstracto. El verdadero amor es el de Jesús. Un amor misericordioso, es decir, un amor que no juzga las debilidades de la mujer adultera o del hijo pródigo. Es el amor que desde la Cruz perdona todas las despiadadas ofensas. ¿Nosotros somos capaces de perdonar así en el hogar y en el trabajo?. Es el amor convertido en sacrificio porque Cristo libremente acepta el dolor y el sufrimiento por nosotros que sí merecemos ser tratados así (o peor aún) debido a nuestros pecados. ¿Nosotros somos capaces de aceptar el sacrificio de una enfermedad que no es sino el cariño de nuestro Padre Dios que nos trata como a su Hijo Jesucristo? 
     Si estamos peleados con alguien o en casa solo hay discusiones recordemos que el único modo de vencer el mal es amar más. San Juan de la Cruz lo dijo maravillosamente: 
“Donde no hay amor pon amor y encontrarás amor”
 ¡Feliz Domingo!

P. José Raúl y P. Carlos


Del Boletín Parroquial N° 155


No hay comentarios:

Publicar un comentario