Jesucristo también estuvo en el vientre materno durante nueve meses. Aunque su concepción fue totalmente sobrenatural, Cristo, al ser verdadero hombre, también estuvo pequeñito en las purísimas entrañas de la Virgen María. Por eso se suele decir que María fue el Primer Sagrario ya que llevó en su seno durante su embarazo al Hijo de Dios.
Todo cristiano debe saber que la vida humana es sagrada porque viene de Dios, es un regalo inmerecido de Dios. Nadie se da la vida a sí mismo. Por ello, algún día tendremos que dar cuenta del tesoro que hemos recibido. No estamos aquí sin finalidad. Hemos nacido para amar a Dios y al prójimo. Por eso también, la vida de nuestros hermanos vale por sí misma. Y más si son seres pequeños e indefensos en el vientre de su mamá...
Hoy existen políticas internacionales que quieren legalizar a toda costa el aborto porque en el fondo es un buen negocio. Por eso, no podemos silenciar nuestra voz por aquellos que no pueden defenderse. Si respetaron nuestra vida también debemos respetar la vida ajena. Nadie puede ser “dueño” de la vida ajena. Si alguien quita la vida a un ser humano eso tiene un nombre: crimen.
Hermanos, nuestra parroquia ante un presente panorama electoral, quiere manifestar a católicos y no católicos, creyentes y no creyentes, que la vida humana es el primer derecho que se debe defender. Ningún católico puede apoyar con su voto a quien va a legalizar el aborto aún en caso de violación. Eso sería cooperar con el crimen. Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. ¡No lo olvidemos! Oremos por la defensa de la vida y participemos en las actividades programadas.
P. José Raúl Ayuque y P. Carlos López Bonifacio
